En los últimos meses, Salvador Rodríguez Moya ha escrito y participado en diversos espacios de comunicación para reflexionar sobre el caso Vinicius y el racismo en el fútbol. A continuación se recogen algunos de sus artículos publicados en prensa y una intervención televisiva en la que subraya la importancia de aplicar con firmeza las leyes y reforzar la educación en valores para erradicar esta lacra del deporte.
1. «Que los árboles no impidan ver el bosque» (MARCA)
En este artículo, Salva Moya denuncia el racismo sufrido por Vinicius Jr. y traza un paralelismo con el histórico caso de Samuel Eto’o en 2006. Destaca que, aunque existen leyes y protocolos, no se están aplicando con la contundencia necesaria. El autor reclama sanciones ejemplares —como el cierre de gradas o la pérdida de puntos— y la creación de un órgano independiente que vigile el cumplimiento de las normas.
El texto invita a no desviar la atención con debates secundarios y a centrarse en la raíz del problema: la identificación y expulsión de los racistas de los estadios.
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2. «Una moda peligrosa que hay que zanjar con contundencia» (MARCA)
En esta pieza más reciente, Rodríguez Moya advierte del rebrote de comportamientos racistas hacia Vinicius Jr. y alerta del riesgo de que estas conductas se normalicen. Analiza cómo el fenómeno se ha extendido por distintos estadios y recuerda los precedentes de Eto’o, Dani Alves o Iñaki Williams para subrayar que el racismo en el fútbol español es un problema persistente.
El autor reivindica la aplicación real y constante de la Ley 19/2007, la autocrítica de los clubes y las aficiones, y la necesidad de no bajar la guardia cuando el foco mediático se apaga. Su mensaje es claro: el racismo no puede ser una moda que vuelve, sino una batalla que debe ganarse cada día.
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3. Entrevista en RTVE 24h
En esta intervención en el informativo de RTVE, reflexionó sobre los insultos racistas dirigidos a Vinicius Jr. y señalo que “es una discriminación contra la dignidad humana y en pleno siglo XXI esto es inadmisible”. Se abordan las causas sociales del racismo en el fútbol y la necesidad de una respuesta institucional más firme y educativa.
